Nacho Paredes. Su nombre de pila es Miguel Ignacio Núñez Paredes, pero se puso la gracia del abuelo materno, por ser más artístico. Nació en Don Gabriel, municipio de Ovejas (Sucre), en plenos Montes de María la Alta. Es considerado como uno de los cumbiamberos más sólidos. Su tema “La Cumbiamberita”, ha sido uno de los más grandes éxitos colombianos de todos los tiempos. Paredes es dueño de una de las voces más altas del folklore colombiano. Uno de los pocos cantantes que pudo igualar su tono en la cumbiamberita fue el desaparecido Rafael Orozco, al incluirla en un mosaico. Al disgregarse los Corraleros de Majagual, Miguel Ignacio, se dedicó a los coros en conjuntos vallenatos, haciendo dúo con Gabriel Chamorro y a veces con Johnny Cervantes, en el conjunto de Los Hermanos López. Es autor del denominado “Paseo cuentero".
Nacho Paredes en lo personal es un hombre muy agradable, la mujer que haya vivido el amor a su lado seria dichosa al escuchar sus composiciones y su gran estilo de enamorar del caballero del majagual, que de sus historias se desprende.
Lo que compartí fue muy gratificante, gracias por tu tiempo y el haberme prestado tu sombrero tan personal, espero verte por estos caminos de DIOS y espero una composicion que ofrecio, en tan inspirada noche, besos.
Foto: Nacho Paredes y Erika M aldonado, FISS 2009, 23 enero. Centro Latino, San Cristóbal.
….. “Majagual es un municipio sucreño ubicado en La Mojana, fundado en 1825 por Andrés Antonio de Sampayo. De allá era el hombre que le dio el nombre al barrio más popular de Sincelejo, Majagual, que suena a majagua, pita de dúctil utilización y de gran importancia en las comunidades rurales: para amarrar envueltos y bollos y como mantel campesino. En el Barrio Majagual, epicentro de corridas de toros, de festivales y mercadeo campesino, vivían, al despuntar la década de los 60, Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa y César Castro, tres de los pioneros del movimiento corralero.
En Febrero de 1961, cuando a don Antonio Fuentes López se le ilumina la mente para crear con los músicos sabaneros que grababan en su sello una especie de Sonora Matancera a la colombiana o Universidad de la Cumbia, que reuniera en un solo nombre, en consenso, a sus artistas exclusivos, pensó en un nombre. Con 111 discos de larga duración, en los que están recopiladas más de mil canciones clásicas de las Sabanas, Los Corraleros de Majagual son la institución musical con mayor pasado en la música colombiana. La agrupación, por la que han desfilado más de cien músicos costeños y uno que otro del interior del país, se convirtió en una especie de Universidad de Sabanas, con especialidad en cumbias, paseaitos, cuya vigencia sigue en su tercera generación, sobre cuyos hombros recae el peso de no ser inferiores a una generación de pronto insuperable. La Primera generación, nacida en 1961, llegó hasta 1966, cuando Alfredo Gutiérrez decidió crear su propio grupo y la mayoría de los integrantes fue buscando su propio destino. Era casi imposible sostener un grupo con una nómina tan lujosa.
A Alfredo lo reemplazó Lisandro Meza, en medio de una gran expectativa, pues no era fácil su tarea de llenar ese inmenso vacío dejado por «El rebelde». Meza le cambió el estilo al grupo. Su maqueta tenía una pieza que se llamaba «suéltala pa`que se defienda», estilo que se vendió con facilidad en el exterior. Esa fue la prueba ( ver reportaje a Lisandro Meza). Alfredo grabó con sus estrellas y Calixto hacía lo suyo por aparte. Figuras como Tony Zúñiga, hacían contrapeso a lo que había hecho el rey del trabalenguas, Eliseo Herrera. No hay dudas: Los Corraleros de Majagual, fueron el más grande grupo musical de Colombia y con la Sonora Matancera, los dos más importantes de América Latina del siglo pasado. Los Corraleros de Majagual fueron un grito de modernidad de nuestra música folclórica. Sin embargo, mantener esa especie de Selección Colombia que tocaba como un Brasil 70, no fue fácil, porque era como mantener a un grupo de estrellas del fútbol al servicio de los altos honores del Estado a punta de medallas y condecoraciones, solamente. Llegaron entonces las ofertas de las casas disqueras, que habían sido artífices del nacimiento del grupo.
Cada cual fue buscando su destino. LA UNIVERSIDAD DE LA CUMBIA, como se le llegó a denominar, se ha desperdigado por todo el mundo.